Seguramente has escuchado hablar de la omnicanalidad o el omnichannel y quizás te preguntas ¿qué es?. Es una estrategia mediante la cual las empresas integran y gestionan todos sus canales existentes de manera homóloga lo que crea una red de interacción con el cliente estrechando su relación con el mismo.
La omnicanalidad es muy sonada en términos de comunicación, marketing y ecommerce ya que permite que las marcas mantengan un mismo estilo de comunicación con el cliente y esto fortalece la relación del usuario al ver exactamente lo mismo en una tienda física y en social media. Sin embargo se puede adentrar en las oportunidades que presenta como estrategia y se pueden extrapolar sus conceptos para aplicarlo a otras áreas como la logística como base fundamental de las ventas.
En esta nueva realidad omnicanal, el comprador siempre está conectado y recibiendo información lo que hace que el funnel o embudo de venta sea no tanto una visita única, sino un continuo de acciones a través de múltiples canales.
Para que esto sea una realidad es necesario que se desarrolle el enfoque multicanal donde todos los canales de venta convergen en retrospectiva en un solo flujo de productos lo que plantea para las empresas un reto para que los sistemas de pedidos, last mile y logística se adecúen a la nueva normalidad.
Esta estrategia se torna vital para garantizar al cliente que pueda comprar cualquier producto desde cualquier canal, en cualquier momento y que lo tendrá en un corto periodo de tiempo, algo impensable hace un par de años.
Las cadenas de suministro y la logística de envío general como last mile son la piedra angular de este nuevo sistema ya que no sólo se debe garantizar el fulfillment en cada almacén sino que se debe hacer optimizando los inventarios para cuidar el flujo teniendo en cuenta la rotación de cada elemento.
Te dejamos a continuación unos consejos que te ayudarán a incursionar en esta nueva metodología de compra-venta cuidando la salud de tus almacenes y tus finanzas:
- Organízate
No siempre es necesario invertir en nuevos sistemas para gestión de la información. Primero organiza tus almacenes y asegúrate de tener un buen control de tus inventarios. - Debes saber cuánto
Es necesario que puedas medir cuántos productos tienes en almacén, si te surten materias primas, cuánto tardan en entregarte, cuánto tardas en transformarlo y cuánto tardas en vender. Tener números confiables es clave para una logística saludable. - Comunicación asertiva
Tener canales eficientes de comunicación con tu equipo de ventas, con tus clientes y con tus proveedores es vital. De ser posible lleva una proyección de posibles ventas para que puedas adelantar tus compras de manera inteligente. De esta manera cuidas tu inversión y das mejores tiempos de entrega a tus clientes lo que aumenta su satisfacción. - Conoce tu red de distribución
Es muy común enfocar los esfuerzos personales y de inversión en crecer las áreas comerciales y productivas, pero recuerda que de nada sirve que puedas producir y vender 200 cajas diarias si sólo puedes repartir 50. Tu área de logística y distribución debe crecer a la par que el área de ventas. - Visibilidad
No esperes a que el cliente reciba tus productos para conocer si cumplen con los estándares de calidad. Delimita puntos estratégicos o auditorías aleatorias para garantizar la confiabilidad de tu marca. - Indicadores de gestión
Establece indicadores clave que te ayuden a tener claridad con un vistazo de la salud de tu empresa, te recomendamos comenzar por medir el fill rate.
La estrategia de logística omnicanal te permitirá dar respuesta a todas las necesidades de los clientes sin importar de qué medio provengan, comienza por analizar en qué punto está tu empresa y tu almacén. De allí realiza un plan con acciones concretas, recuerda que no es necesario que todas las soluciones provengan del interior de tu compañía.
Puedes gestionar estrategias con socios comerciales que te permitirán romper el techo de tu empresa para adentrarte en un nuevo nivel de servicio y demanda.